Las otras guerras del Chaco (II) - Cultural - ABC Color

Según testimonios de quienes protagonizaron la guerra, algunos fueron empleados como baqueanos por los paraguayos e incluso recibieron armas para pelear contra los bolivianos. Debido a las condiciones de carestía y pobre higiene los enxet padecieron hambre y enfermedades durante su participación en la guerra: «Muchísimos paraguayos estaban muy flacos porque tenían hambre. Había también muchas enfermedades en esta guerra y muchos paraguayos murieron por eso. Mediante la buena relación con ambos, los makás colaboraron con el ejército paraguayo y participaron activamente en la guerra. Sin embargo, muchos makás se mantuvieron al margen de la guerra e incluso algunos lucharon contra los paraguayos, pero sin alistarse al bando boliviano. Esa tierra, otorgada por el Estado paraguayo a los qom en 1935 en agradecimiento por la ayuda prestada al ejército paraguayo durante la guerra del Chaco, fue vendida por el mismo Estado paraguayo a dicha firma ganadera (7). En el caso de los llamados chiriguanos en Bolivia (hoy llamados guaraníes occidentales en Paraguay), si bien se encontraban a orillas del río Parapeti, un territorio indiscutiblemente ocupado por Bolivia al estallar la guerra, vieron sus tierras convertidas en campo de batalla en la última fase de la guerra. De 1934 a 1935 la guerra se peleó en el corazón de su territorio, teniendo la mayoría que abandonar sus comunidades por el caos que implicó el conflicto. Los chiriguanos que permanecieron en Bolivia volvieron a sus comunidades al finalizar la guerra, encontrando que muchas de sus tierras habían sido ocupadas mientras tanto por colonos blancos (10). La guerra hizo que comunidades enteras huyeran, muchas de ellas atraídas por el ejército paraguayo, porque los paraguayos hablaban guaraní y les resultaba más fácil comunicarse. Algunos fueron hechos prisioneros paraguayos y luego optaron por migrar a Argentina: «Mi abuela me contó que cuando era chica hubo una gran guerra entre Paraguay y Bolivia, y toda su familia y mucha otra gente fue llevada a Paraguay por los soldados paraguayos. Dejaron sus casas, sus cercos, sus animalitos, muchos soldados murieron y no quedó nada, y allí estuvieron hasta que se vinieron para este lado, la guerra fue terrible, se sufrió mucho (Juana, miembro de la Misión Los Tapietes)» (16). La segunda, más cruda, es decir que con el fin de la guerra del Chaco se dio la pérdida del territorio tradicional y los indígenas del Chaco pasaron a convertirse en extranjeros en lo que eran sus tierras. Los indígenas en la Guerra del Chaco (1932-35), Asunción, Servilibro / Museo del Barro / Colibris, p. «La Guerra del Chaco en perspectiva indígena: chamanes y no-humanos en el campo de batalla. «La experiencia chiriguana en la Guerra del Chaco y la destrucción de las misiones franciscanas». La Guerra del Chaco en la memoria indígena isoseña». «La Guerra del Chaco entre los chané e isoseños del Chaco occidental». ...[Leer más]