¡Abran cancha para que pase la chancha!

Cuando fue presidente y no presidenta del partido que representa, era el exponente más legítimo de esa organización mafiosa, la mayor del Paraguay según el finado escritor Aníbal Miranda. La ironía es que Stalin hizo famosa una expresión y con mucha razón: «No importa quien cuenta con los votos si no quien cuenta los votos; los que votan no deciden nada, los que cuentan los votos deciden todo». Acerquémonos la lupa un poco más: «Basta con que el pueblo sepa que hubo elecciones, los que emiten los votos no deciden nada, los que cuentan los votos lo deciden todo». Explica lo que hay en Paraguay y por qué siempre están los mismos chanchos en el mismo chiquero. La puerca Lily, prima de miss Piggy, ahora, como nos tiene acostumbrados, nos viene con una nueva cagada porcina que osa llamarlo proyecto de ley sobre violencia política contra las mujeres «para prevenir, sancionar y erradicar la violencia política contra las mujeres por razones de género», díganme si esto no es otra chanchada más de la torta esta. Esta monstruosidad, gracias al «diputado» Iburrola, otro hijo de su puta madre pero no colorado, peor, puta alquilada por colorados del proxeneta Cartes, como su colega y correlí el juruné Tony Apuril, se extendió a las redes sociales con un anexo a la mencionada «ley». Gran enemigo de su propio género como el senador Filizzola, otro feministo hijo de puta, militante como la muñequita de trapo Barreiro. Según Stalin, fueron los que cuentan los votos o no los cuentan, según el candidato. Todas estas «leyes especiales» que de por sí violan la Constitución Nacional, en particular las referidas al género, denigran a la mujer en general y generan a la vez una peligrosa discriminación hacia el género masculino similar a la de los nazis con sus leyes raciales, solo que en este caso mucho más amplias, ¡Una barbaridad! ...[Leer más]