Solidaridad y la revolución política polaca (1980-1989) - Cultural - ABC Color

Entre julio y agosto de 1980, una ola de huelgas obreras sacudió la República Popular de Polonia, entonces bajo tutela de la URSS. Ante un aumento de 38% del precio de los productos básicos, los trabajadores de la costa báltica (Gdansk, Szczecin y Gdynia) organizaron una huelga entre el 14 y el 19 de diciembre de 1970, que se extendió a 18 ciudades, aunque la punta de lanza estaba en el Astillero Lenin, en Gdansk. La solidaridad de la intelectualidad con los trabajadores dio origen al Comité de Defensa de los Obreros (KOR, por sus siglas en polaco), amplia plataforma de oposición democrática, en cierta medida antecesora del proceso que estallaría en 1980. La solidaridad obrera exigía la reincorporación de ambos, sin represalias. El 16 de agosto se forma un Comité de Huelga Interempresas (MKS, por sus siglas en polaco) con delegados de otros comités de huelga que llegaron al astillero en Gdansk. El 31 de agosto de 1980, Walesa se sentó a la mesa con Mieczyslaw Jagielski, viceprimer ministro polaco, para firmar los acuerdos de Gdansk y poner fin a la huelga. Solidaridad El 17 de setiembre se realizó el congreso fundacional del sindicato Solidaridad. En septiembre de 1981, el primer congreso de Solidaridad emite un mensaje a «todos los obreros de los Estados socialistas» y elige a Walesa como presidente. En pocos meses, el presidente de Solidaridad se convirtió en una celebridad en el mundo capitalista. Pero, a pesar de la naturaleza traidora de sus dirigentes y de la influencia de la cúpula católica, Solidaridad se había erigido como la referencia indiscutida de la clase obrera y expresión genuina de las huelgas que pusieron en jaque el régimen estalinista dentro y fuera de Polonia. Tanto que, entre 1980 y 1981, puede hablarse de una incipiente dualidad de poder entre el régimen de partido único y la clase obrera en movimiento, expresado en Solidaridad, su conquista organizativa más significativa. El golpe de Jaruzelski El crecimiento de Solidaridad, la colosal crisis económica y las constantes presiones desde Moscú para restablecer el orden llevaron al régimen a endurecer la política para suprimir la movilización obrera. Walesa y la cúpula de Solidaridad, reunidos en Gdansk, fueron arrestados. Se estima que más de 10.000 militantes de Solidaridad fueron encarcelados, la mitad de ellos en medio de la noche del golpe. El Astillero Lenin de Gdansk entra en huelga el 14 de diciembre, pero retoma el trabajo dos días después, luego de que la policía mata a un trabajador y hiere a dos. Solidaridad pasó a la clandestinidad. El 8 de octubre de 1982, el sindicato Solidaridad fue formalmente ilegalizado. Por medio de una estructura ilegal y medios como la radio Solidaridad, los activistas lograban informarse y organizar la resistencia. Muchos miembros de Solidaridad fueron liberados. Las huelgas de 1988 en Polonia mostraron a la burocracia local que, sin una solución al problema de Solidaridad, la posibilidad de un estallido social era real. En ese contexto, el régimen negocia con la cúpula de Solidaridad –bajo dirección de la Iglesia católica, no lo olvidemos– una transición a la democracia liberal. En abril se resolvió devolver la legalidad a Solidaridad –que pronto sumó un millón y medio de miembros–, crear la segunda cámara del parlamento, restaurar el cargo de presidente de la República de Polonia y convocar elecciones generales libres, para los 100 escaños del Senado y 35% de los escaños de la Sejm, la cámara baja del parlamento. En esas elecciones, celebradas el 4 de junio de 1989, los candidatos apoyados por Solidaridad consiguieron 99 de los 100 asientos del Senado y todos los escaños en disputa para la cámara baja (15). A finales de agosto de 1989, por medio del juego parlamentario surgió un gobierno de coalición liderado por Solidaridad. El pujante movimiento obrero polaco de 1976-1989, aunque heroico, no logró consumar una revolución política –derrocar el poder de la burocracia preservando las bases económicas no capitalistas de la sociedad e instaurando un régimen de democracia obrera–, en parte debido a la dura represión del régimen, pero fundamentalmente por la traición de la dirección contrarrevolucionaria encarnada en la figura de Walesa. No se puede reducir la razón de la derrota y cooptación de Solidaridad al golpe militar de 1981. ...[Leer más]