Autoridades inútiles o cómplices fogonean el crimen organizado - Editorial - ABC Color

El cuádruple homicidio cometido en Pedro Juan Caballero muestra que el Estado no puede vencer al crimen organizado, porque está sumido en la corrupción más espantosa. El grave problema es que la mafia también controla otras prisiones: como están más que colmadas, habrá que levantar otras nuevas o ampliar las existentes, pero también combatir dentro de ellas al floreciente crimen organizado, que tiene en sus manos a gran parte de los reclusos y del personal penitenciario. Para empezar, el Jefe de Estado debería preguntarse si el comandante de la Policía Nacional, Luis Ignacio Arias, y el ministro del Interior, Arnaldo Giuzzio, ya no están abusando de su paciencia y del estoicismo de la ciudadanía. Todo indica que este país es el paraíso del crimen organizado: la corrupción en la fuerza pública provee de balas, los agentes fiscales o los jueces pueden ser benévolos con los “capos”, las cárceles son muy acogedoras para ellos y la Dinac carece de radares. En tal sentido, siempre cabe recordar las palabras del vicepresidente Hugo Velázquez: el crimen organizado se instaló en los tres Poderes del Estado. Con un ministro del Interior y un jefe de Policía inútiles, y con un Ministerio Público y una Justicia complacientes o cómplices, el campo está abonado para el efecto. ...[Leer más]