Las manos mágicas de una partera - ABC Revista - ABC Color

Con más de medio siglo de profesión doña Alfa siente una pasión y ama su labor de traer niños al mundo a pesar de estar retirada. Alfa se casó un día de primavera de 1958 con Cesáreo Aranda Valdez, su compañero por 56 años, que en esas noches le alumbraba el camino para cruzar la zanja, a veces con una linterna, a veces con un “lampíun”. También, guiada por su deseo de colaborar a mejorar la salud de las madres, especialmente a las de situación de extrema pobreza, con el apoyo de un equipo de colaboradores y a través de la sociedad San Vicente de Paul vio la importancia de contar con un dispensario en el barrio donde vivía, y logró que se pudiera habilitar un local de salud en el barrio Silvio Pettirossi, dentro del predio de la escuela Virgen de los Dolores. Por todos estos servicios a su comunidad, el 7 de septiembre, día del centenario de la Legión de María, Alfa de Aranda será homenajeada en la iglesia Perpetuo Socorro. Tal vez, por eso, personas como Alfa de Aranda se distinguen del montón, por esas manos mágicas que ayudan a traer una nueva vida, una esperanza al mundo. ...[Leer más]