El llanto de Cintia y la libertad de expresión bajo fuego

Ante nuestro silencio pro­fundo Cintia añade: “Nadie se imagina el dolor que yo paso día a día [estalla en llanto, casi como que se ahoga, pero se esfuerza y sigue] por haberle perdido a él, porque él era mi todo”. Cuando los asesinos irrum­pieron en la casa de Leo y Cintia la familia cenaba. Hizo bien su trabajo y, por el hecho de hacer bien el trabajo que él hacía, lo callaron. La reunión pre­veía que debatiríamos, en el contexto de la consti­tuida Mesa para la Segu­ridad de Periodistas y bajo el lema “No se mata la ver­dad matando periodistas”, qué hacer y cómo hacerlo, para enfrentar el flagelo de las violencias que, solo en el Paraguay, arrebató la vida de 19 comunicado­res profesionales. “SÓLO CON JUSTICIA...” Costó volver al zoom que tuvo un antes y un después de Cintia. Imaginé la increíble voz de Jairo, artista popular, cordobés argentino, a quien más de una vez París homenajeó en tiempos de exilios: “Solo con justicia, solo con justi­cia/Nos haremos dueños de la paz/Quiero que mi país sea feliz/Con amor y liber­tad”. Y, en vos y en tus hijos, a todos los hijos, las hijas, las viudas y los viu­dos que cayeron asesinados y dejaron sin voz a nuestros pueblos y a la democracia, que tanto nos cuesta cons­truir. ...[Leer más]