Todos contra la tortura - Edicion Impresa - ABC Color

Uno de los objetivos del movimiento liberador del 2 y 3 de febrero de 1989 fue la “defensa de los derechos humanos”, sistemáticamente conculcados por el estronismo. Dada la trágica experiencia, la Constitución promulgada tres años más tarde no solo prohibió las vejaciones, sino también dispuso que el genocidio y la tortura, así como la desaparición forzosa de personas, el secuestro y el homicidio por razones políticas son imprescriptibles. Sin embargo, resta mucho por hacer para que ese crimen de lesa humanidad sea erradicado. No faltan organismos encargados de combatir la aberrante práctica de la tortura. Lo que hace falta es la diligencia necesaria para investigar por propia iniciativa, recibir las denuncias y sancionar a los responsables. La tortura es un inexcusable crimen de lesa humanidad, cuyos autores, cómplices y encubridores deben ser sancionados con todo el rigor de la ley. La lucha decidida contra ella debe ser tarea de todos y no solo de ciertos funcionarios o legisladores. Las personas de bien no deben permanecer indiferentes ante ese infame legado de la dictadura, sino bregar para que el Paraguay se libere de ella de una vez por todas. ...[Leer más]