Parábola del banquete nupcial

Por Pbro Dr. César Nery Villagra Cantero “Tomando de nuevo Jesús la palabra les habló en parábolas, diciendo: “El Reino de los Cielos es semejante a un rey que celebró el banquete de bodas de su hijo. XXVIII Domingo del Tiempo Ordinario) La parábola del rey que prepara un banquete es presentada también en el evangelio de san Lucas (14,15-24), pero de la confrontación – entre ambos evangelios – emergen importantes diferencias. El relato de Mateo no se concluye con la invitación a la fiesta extendida a todos, sino prosigue con un tercer cuadro en el cual el rey se apresura en verificar si los invitados están con el vestido adecuado. El punto de partida es la iniciativa del rey que llama a los invitados a las nupcias. La insistencia del rey a repetir la invitación pone en evidencia, por una parte, cuánto desea la adhesión de los invitados y, por el otro, cuan grave es su boicot. La agresividad de los invitados es asimilable a la de viñadores que no solo matan a los siervos sino también al Hijo, en la parábola de la viña (Mt 21,35-39). La motivación de esta apertura se explicita con las palabras del rey dirigidas a los siervos: “Los invitados no eran dignos”. Teniendo presenta que los convidados fueron reunidos sin preaviso, parece desproporcionado y hasta ilógica la reacción del rey que lo expulsa de la sala. Si la fiesta es símbolo del reino de Dios que llega a su momento culminante en el momento de la celebración de las nupcias del Hijo, signo de comunión entre Dios y su pueblo, las tinieblas corresponden al ámbito de la condena y de la muerte, que en la teología de san Mateo tiene la característica de la irreversibilidad. ...[Leer más]