Mbeguemi online (Sueños y pesadillas de los bandidos) » San Lorenzo PY

Dicen las chismosas del barrio, que en el último cumpleaños de tío albino los pocos admiradores que le quedan le enviaron un mariachi (es que somos tan paraguayos…). Mientras tanto kiñokis, desesperado, le llamaba por teléfono a su paisano salina: – ¿Aló? – ¿Qué pasó che kuate? – ¿No era que vos ibas a atajar a los contra lores? Mientras tanto unos objetos voladores no identificados comenzaban a salir de la terraza de la muni, en todas las direcciones: – ¡Che dio! – gritó un guardia, tirando la escopeta al suelo- ¡Invasión extraterrestre! Lloraba lágrimas de sal, el patrón de la línea seis, con el teléfono en la mano: – Nelsito, nelsito… ¿Ya no te acordás cuando hacíamos campaña por las calles de sanlor junto con papá kiñokis? – ¿Ya te olvidaste de las farras que hacíamos juntos gracias a papá kiñokis y a tío kachus? – Acordate que hasta le regalamos una calle a tu hermano para que se haga su casa. Otro que tuvo una rara pesadilla fue bigote candado quién huía de un montón de expedientes truchos y deshonestos que trataban de llevárselo a Tacumbú: – ¡A consideración! – ¡No huyas cobarde! Vos tenés que estar a mi lado para asesorarme- le dijo el lord mayor – Para eso te nombré asesor. En su pesadilla solo buscaba una forma de esconder el dinero ajeno que había por todas partes: como no había tiempo para cavar, ni tenía espacio en los roperos ni bajo las camas, la única idea que se le ocurrió fue comerse toda la plata. – ¡No hay que preocuparse, muchachos! – Mis técnicos, mis asesores mis funcionarios están altamente capacitados para responder las preguntas de cualquier fiscalizador… tienen años de experiencia haciendo eso… (En esa parte de la pesadilla le pareció ver, que sus técnicos, asesores y administradores salían a la carrera por la puertita de atrás, con grandes valijas que decían: “a Cancún”, “a la Antártida”, “a Australia”, “al desierto de Sahara”, “a la china”… etc.) Marielita soñó que llegaba corriendo al palacete a buscar unas “bolsitas” que se había olvidado por ahí. Soñó que los fiscalizadores le preguntaban: – ¿Dónde están los trabajos y las obras que se hicieron con estos enormes gastos? – ¡Ay! – ¡No señor! – Se excusó uno de los contra lores… – Nosotros no rompimos nada… Y aclaró que ellos llegaron nomás en autito, para dejar unos documentos en la recepción… Pero entonces ¿quién rompió toda la peatonal? Incluso algunos –como bigote kandado – tuvieron que tirarse desde la terraza, porque no cabían por la ventana. ...[Leer más]