“La calle es como un teatro y el violín es el instrumento de los sueños”

Mis padres me apoyaron y les gustaba la idea de ser música. Siempre que estoy tocando la gente se acerca y me pregunta si tengo tal música. También aprendí la música para los niños como Estrellita y la Vaca Lola. Hay algunos que vienen llorando y cuando se quedan con sus padres frente a mí, con la música se calman. Había mucha gente ese día. Y vi que había mucha aceptación de la gente. Me encanta estar cada día dando música en la calle. Sé que la gente acepta. Es difícil porque hay cada gente con la que una se encuentra. Pero le agradezco un montón a la gente que siempre me apoya, que son más. Lo que más me pide la gente son las músicas movidas que se escuchan actualmente. En esta época no solo doy música para la gente sino para mí también. No tengo problemas para tocar frente a la gente. También en el colegio hablaba frente a la gente porque era mejor alumna. Gracias a lo que voy juntando en las calles tocando el violín, pago la universidad. Mis propósitos al practicar el violín fueron dos: porque me gustaba y porque lo veía como medio para salir adelante. Creo que la gente ahora está aceptando más que el arte en las calles es una forma de trabajo que antes era considerado mendigar. Entonces toqué la música Hasta el Final del grupo Il Divo. Ellos escucharon y recordaron que en su boda tocaron esa música y ahí se reconciliaron. Le digo a los padres que apoyen a sus hijos porque el éxito de ellos depende de los padres. ...[Leer más]