Gustavo Sánchez Haase: Que el blues suene fuerte

Del rock al blues. [Este amigo] me hacía escuchar casetes y a la par fui investigando y aprendiendo mis primeras lecciones: el slide, la afinación, el blues de Mississipi, de Chicago… Y a partir de ahí, lentamente, también la música que hacía se fue dirigiendo hacia el blues, cuando anteriormente solo hacía rock, mucho rock. Y hoy ya son casi 35 años trabajando en esto, y ahora dedicándole más tiempo al blues. A partir de ese acercamiento al blues en el 89, Gustavo se dedicó a escuchar todos los casetes y discos de bluseros que se cruzaban en su camino, hasta que en el año 2004 conoció al maestro Gabriel Gratzer, director de la Escuela de Blues de Buenos Aires, quien se convirtió en su gran amigo. Y él mismo reconoce que poco a poco y a medida que se iba involucrando con el estilo rural del blues, el blues country y del campo, se acercó también al blues de Mississipi, Chicago, Louisiana, Texas, de la Costa Este. Todas esas experiencias lo convirtieron en una esponja, "empecé a absorber y a aprender todo lo que podía, y eso me abrió puertas enormes, no solo al mundo del blues, sino al de sus derivados: rockabilly, rhythm and blues, gospel, todos esos estilos que son hermanos. —Sí, blues, rockabilly, música surf, gospel, y últimamente estoy involucrado en un estilo más vocal que instrumental que se llama doo wop, que tuvo su apogeo en los años 50. Y hoy me estoy involucrando más en el hill country blues, el estilo de blues de las colinas, del norte de Mississipi, es diferente al tradicional porque es más rítmico, de un solo acorde, con mayor énfasis en el ritmo y en el baile, que puede ser eléctrico o acústico. Después descubrí el blues, que me abrió las puertas a otra dimensión, completamente, a otras cosas, otros sonidos, y sigo descubriendo y seguiré aprendiendo hasta el final de mis días. ¿Cómo ves la movida del blues en Paraguay? Supongo que en Argentina o Brasil ya debe haber un movimiento más grande… Con el Festival de Blues se abrió un poquito más el camino, pero todavía cuesta, hay que seguir remándola, insistiendo. Nosotros en Paraguay tenemos un estilo de blues. Para Gustavo, el blues es mucho más que un mero estilo musical, es su pasión. Para él, el blues —"la música del alma", como insiste en llamarlo—, lo acompaña en todos los procesos de su vida, porque “tocarlo es una forma de desahogo”, confiesa. King: cada vez que las cosas son difíciles, toca un blues, pero yo todo el tiempo estoy tocando blues y eso me hace muy feliz. Y lo que más me llama la atención es lo auténtico del blues, que te expresa crudamente todo, sin llenarte de poesía, sin edulcorarte las cosas, de manera real y eso es lo lindo, ese sentimiento. ...[Leer más]