El museo de la comida repugnante que se impone en Berlín | El Independiente

Ojos de oveja, vino de serpiente y sopa de tarántula son algunos de los más de 90 platos y bebidas inusuales de todo el mundo que exhibe el Disgusting Food Musem (DFM) de Berlín con el objetivo de demostrar que si algo es un «manjar» o un «asco» es cuestión de cultura y costumbre. Y otros que no, que lo que da asco es saber cómo se producen, como por ejemplo las gominolas», explica a Efe el director del museo, Martin Völker Este delicioso y colorido caramelo está hecho de gelatina, que se elabora hirviendo los desechos que se generan durante el sacrificio y procesamiento de los animales. De forma temporal, el museo de la comida repugnante se ha exhibido también en Nantes (Francia) y Los Ángeles (California) y este año se abrió locales en Berlín y Burdeos (Francia). Concienciar al visitante de cómo se trata a los animales en la cadena de producción de alimentos es otro objetivo del museo, y es por eso que al lado de la mayoría de platos hay una pantalla de televisión que muestra vídeos, por ejemplo, de como se sobrealimenta a un pato para conseguir foie gras en Francia. ...[Leer más]