Ejemplos que guían

La canciller y jefa de Estado de Alemania, Ángela Merkel, se apresta a dejar el cargo este año, tras 16 años de gestión al frente de su país. La duración de su mandato se explica por el apoyo ampliamente mayoritario de la población, y por el hecho de que su gobierno, a semejanza de otros países de la región, es de carácter parlamentario: la máxima autoridad no surge del voto directo ciudadano, sino de las diversas coaliciones y partidos que componen el Parlamento, las cuales eligen al jefe de Estado, así como pueden destituirlo por mala gestión. Que un mandatario pueda dejar la función pública sin una mínima mancha en su gestión, sería un milagro en nuestro país. Desde 1954 hasta 1989 hemos sufrido una de las dictaduras más brutales de la región, y en el periodo supuestamente “democrático” superamos esa aberración, pero no logramos construir una gestión pública eficiente y honesta. ...[Leer más]