Una institución sin suerte

La había escrito en enero de 2015, decepcionado porque una persona vinculada al stronismo siguiera al frente de una institución creada con la intención de fortalecer el respeto a los . Siempre fue la institución de la República más menospreciada por los políticos. Cuando al fin lo cambiaron, parecía que nada más grave le podía ocurrir a esa pobre institución. Lo más triste de esta historia es que durante todo este tiempo desde la Defensoría del Pueblo se pudo haber hecho muchísimo por los derechos humanos en nuestro país. Un defensor que gozara de la confianza ciudadana le daría a esa maltrecha institución otra imagen. Pero, ¿podemos tener esperanzas con defensores como Miguel Godoy? de la conversión de la institución en una oficina de reclutamiento partidario; Lo escribí en el 2015, pensando en y no en Miguel Godoy. ¡Pobre institución! ...[Leer más]