Un desacuerdo irremediable

Hay un desacuerdo absoluto y eterno entre el espíritu de este mundo y el Espíritu de Cristo. En esto conocemos el espíritu de la verdad y el espíritu del error.” Son dos caminos, dos reinos, dos gobernantes, dos espíritus, dos series de leyes y valores. A veces, no obstante, parece que quisiéremos reconciliar el Espíritu de Dios con el espíritu del mundo, procurando que nuestro espíritu —que es el de Dios— esté en paz con el espíritu del mundo. En esta vida opera el Espíritu de Dios y el espíritu de Satanás en conflicto permanente, en una guerra que se libra en el mundo invisible, aunque con repercusiones y manifestaciones visibles. Al decidirnos por Cristo, el Espíritu de Dios mora en nosotros, y esto representará inevitablemente la existencia de conflictos con este mundo. ...[Leer más]