Sudamérica gana una leyenda - APF

La Albiceleste pudo bordar gracias a ese talento su segunda estrella mundial, que lo terminó llevando al cielo del mundo fútbol, destinado solo a aquellos cuya herencia traspasa las generaciones. Clubes de Europa y de nuestro continente, supieron disfrutarlo y hoy, al ver cada gol, cada gambeta, cada corrida y cada toque, vemos como su paso por las canchas terrenales conoció de un pitazo final que conmocionó al mundo que llora su partida, sin encontrar palabras que puedan definir este momento. Y define: “Gracias por haber jugado al fútbol, gracias por haber jugado al fútbol, porque es el deporte que me dio más alegría, más libertad, es como tocar el cielo con las manos. ...[Leer más]