Mbeguemi Online: Los carruajes de San La Mugre » San Lorenzo PY

La gente suele llamar “carruaje” a la persona que es anticuada, pesada, torpe y molesta. No podía faltarle –al circo municipal – esa porquería sobre ruedas donde la gente sube para cagarse de miedo… y encima tiene que pagar. Hace poco uno de esos cachivaches –que tienen acelerador, pero no tienen ni frenos ni luces- se llevó por delante a dos autos sobre la Avenida de la Victoria. EL DESFILE DE LOS CARRUAJES Mientras en las calles de la ciudad las chatarras seguían rompiendo autos y torturando pasajeros, allá arriba en el tercer cielo del palacio de vidrio se realizaba una importante reunión: los carruajes de la “honorable” se reunían para la felicidad del pueblo. Porque hace años que no pagan el impuesto al boleto, porque hace años que no dan boleto a los pasajeros, porque nadie sabe si tienen un seguro, porque están usurpando un servicio municipal (que en caso de ser tercerizado, debería ser por llamado a licitación), y porque ni siquiera cumplen con la ley de ITV. Y los loritos y cotorritas del tercer cielo repitieron fielmente su libreto… y votaron en contra del pueblo al que (supuestamente) tanto quieren. Mientras tanto, los que votaron por el pendex tienen que presentar una pila de papeles y documentos, y recién cuando les aprueban todo eso… tienen que ponerse en la fila para que le tiren unas monedas. Y pensar que estos guapos sanlorenzanos que trabajan sábados y domingos sin cobrar, que tienen que entrar hasta las rodillas en la mierda ajena para sacar la basura que tranca los desagues mal hechos, que se tienen que aguantar miles de descuentos… estos son los que votaron por este intendente y estos concejales. Deben ser condes, marqueses, princesas, caballeros del rey Arturo o algo por el estilo… gente que vive del pueblo pero no se mescla con la chusma local. Apenas entra, se cierran todas las rejas de la municipalidad (hasta las del policlínico), y la gente solo entra por el frente… donde hay más guardias que en el palacio del emperador Nerón. Uno tiene que explicarle todo al primer guardia y, si pasás, tenés que explicarle de nuevo al segundo guardia… y si pasás, tenés que explicarle todo –de nuevo- al tarugo que dirije el primer anillo. ...[Leer más]