Mbeguemi online: Con el agua hasta el cuello » San Lorenzo PY

Es que el genial intendente kiñokis les empedró la calle que pasa frente a sus casas, y no solo eso… sino que previendo la llegada del verano les inundó sus viviendas con aguas estancadas. Ahora los honorables se reunieron para autori$ar un préstamo de dinero a la Municipalidad. La hidra se muerde su propia cola Como el año no se termina, y sin embargo la Santa Administración ya se gastó hasta lo que no tenía, la Santa Aplanadora aprobó un préstamo de 5.000. Ocurre que hay una Ordenanza vigente según la cual, la calle se sigue llamando Fortín Arce, hay otra Ordenanza vigente que dice que es de doble sentido de circulación, y hay otra Ordenanza vigente que dice que está prohibido estacionar sobre esa calle. Pese a las leyes vigentes, ninguna autoridad hace un carajo: ni la Policía Nacional, ni la Patrulla Caminera, ni la PMT, y mucho menos Dirección de Medio Ambiente de la Municipalidad de San Lorenzo. Una de sus compañeritas más retobadas parece que le sonríe todo el tiempo, últimamente. Según parece, una intervención del municipio destaparía la olla… y entre muchos papeles comprometedores se podrían hallar colillas de marlboro. Y si algún juan pueblo, agobiado de problemas o desesperado por injusticias pide para reunirse con ellos, desde la entrada ya le dicen: “Imposible entrar hoy, los señores honorables están en reuniones de comi$iones a$e$ora$, y no pueden recibir a nadie. El lema cada día somos más me parece que era de otro sector político. Con la impunidad que hay, parece que San Lorenzo tuviera más concejales y funcionarios corruptos que cantidad de habitantes. Y es que el pueblo sigue de cuatro, y hasta parece que ya le gusta. El curro de las consultorías privadas En el portal de acceso a la información pública, varias personas han solicitado informes a la municipalidad con respecto a oscuras transferencias de dinero destinadas a consultorías privadas. Parece que el anzuelo anda rondando al pulpo odix, a la elefantita, y a un par de sirenitas culonas que, si en épocas anteriores estaban con el agua hasta el cuello, actualmente ya nadan en las profundidades del presupuesto municipal. ...[Leer más]