Con rezo, recuerdan tres años de la venida del papa al país

Sentada en su silla, la mamá grande de la familia frita sus tortillas en el brasero. Rodeada de sus hijos, nietos y bisnietos, Asunción Giménez (81), del barrio San Juan del Bañado Norte, relata con emoción el momento en que el papa Francisco se sentó a tomar mate con ella, hace tres años. El escenario de esa época ha cambiado poco o nada, aún se siente el miedo de que un nuevo desborde del río Paraguay obligue a los lugareños a abandonar sus hogares. La visita del sumo pontífice dibujó un rostro de esperanza en los pobladores, quienes con chocolatada y rezo celebran en la capilla cada 12 de julio por haber recibido la bendición de ser visitados por el santo padre. “Estuve muy feliz porque salió mi nombre por un sorteo que hicimos en la capilla para que el papa visite mi casa. Nos sentamos, me abrazó y hablamos. Ya no me acuerdo más de lo que me dijo de tan emocionada que estaba. Yo siento que su visita me dejó más fuerte y con la bendición de que el pan de cada día no falta en casa”, ...[Leer más]