Un ejemplo de que la vida nos da siempre una segunda oportunidad

Este es el caso de un joven pedrojuanino de nombre, Renato Cañete de 32 años, quien dejado llevar por la ambición desmedida a causa de su juventud y una orientación o consejo adecuado, tuvo que pasar 3 años de su vida en la cárcel de esta ciudad, por un caso de tráfico de drogas. Hay talleres de ‘Mopri’ en Caacupé, Atyrá y Horqueta, pero la central está en Pedro Juan”, finalizó diciendo el próspero empresario que ha demostrado con hechos, que sin importar el error que hayamos cometido alguna vez, de la mano de Dios, la vida nos da siempre una segunda oportunidad. ...[Leer más]