El martes pasado, Roberto Viedma, propietario de una playa de autos, recibió una llamada donde un hombre preguntó por un vehículo. Él le comentó que tenían ese modelo y pactaron en encontrarse en la playa para ver el rodado. Pero eran otras las intenci...
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Un vendedor de autos tuvo que tirarse de uno de un rodado que estaba a punto de vender, ya que los presuntos clientes, terminaron siendo asaltantes. El hombre se salvó de milagro ya que el vehículo estaba en movimiento.
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