Mbeguemi online - El Halloween de los Santos » San Lorenzo PY

El mensaje era de Kiñokis (demonio que quiere ser diablo), quien mandaba a sus brujos a crear un nuevo cementerio. -Tenemos que hacer algo – murmuró al frodo, el duende verde – no olviden que nuestro amo así lo manda… Un fuerte olor a azufre impregnó el “honorable” lugar… – A mí no me miren – chilló una brujita enana, muy fea – Yo no fui… ¡Añarakó pe guaré! – Danos tu tierra para hacer el cementerio- rugió una voz cavernosa… – Yo no robé ningún terrenito…- chilló la bruja porotea, enojada – ¡Pero quiero que me devuelvan la platita que pagué por él! El honorable concilio de brujos y hechiceros decidió recurrir a un ritual extremadamente poderoso: crear bonos. Haremos dinero mágico y lo llamaremos bonos – susurró el brujo Ofidio, enroscándose en su silla y azotando el aire con su larga lengua cooperativa. Está todo tan caliente, que hasta los brujos andan con cara de culo y se pelean todos entre ellos. Una bandada de loros que justo en ese momento pasaba volando sobre la catedral de San Lorenzo exclamó: “…ladrón que roba a ladrón, tiene cien años de perdón… prrr, prrr, prrr” Pero el brujo candado, a quien los íntimos le dicen oval-do, está chocho con el hechizo de los bonos, si logra clonar bonos por 800 mil dólares, van a pagar 200 mil, y el resto “clink caja”. Él se asegurará unos 300 mil y el resto para los demás secuaces brujos. Encima los brujos y hechiceros le perdonaron su pecadito de las vaquitas cagamonedas. Ahora Aldo puede criar todas las vaquitas que quiera, soltarlas en donde se le antoje (escuelas, mercados, iglesias, hospitales…) no importa nada porque está bajo la protección de los Honorables Brujos. ¡Que brujos más desgraciados! ¿Cómo es que los honorables brujos consiguieron la rápida cooperación de Aldo Ricacho y su ganado sin marca? Fácil… algunos brujos sacaron de sus sombreros, unos pendrive con audios y videos del más allá. Mientras los Honorables Brujos continúan con sus hechizos, invocaciones y maleficios, la pestilencia se extiende por toda la comarca sanlorenzana: Un terrible hedor a chancho muerto y a cadáveres invadió la ciclovía, haciendo que la pobre gente vomite, en vez de caminar. ...[Leer más]