Los Mártires de Chicago - Cultural - ABC Color

La larga historia del 1 de Mayo cruza tres siglos y todos los continentes, pero como no la podemos abarcar en un artículo, nos tendremos que limitar a un episodio. En 1885, comenzó a circular un volante con el lema: «Ocho horas de trabajo, ocho horas de sueño y ocho horas para hacer lo que nos dé la gana», convocando a la huelga general por la jornada laboral de ocho horas que la American Federation of Labor estaba organizando para el 1 de mayo de 1886. Ese 1 de mayo, en Chicago, donde cientos de miles se sumaron a la huelga, la fábrica de maquinaria agrícola McCormick siguió funcionando porque despidió obreros, los sustituyó con esquiroles y alquiló guardias armados de la agencia de detectives Pinkerton. La revista Time lo recordaba así en una reseña del libro de Harry Barnard Eagle Forgotten, publicada en la página 67 de su edición del 9 de mayo de 1938: «Minutos después de las diez de la noche del 4 de mayo de 1886, una tormenta estalló en Chicago. Si a las 8 había 3000 personas escuchando a los anarquistas denunciar los abusos de la policía y exigir la jornada de ocho horas, a las 10 apenas quedaban unos cientos. pero créanme, muero feliz en la horca sabiendo que cientos y miles recordarán lo que digo, y cuando nos hayan ahorcado –no se olviden de mis palabras–, ¡ellos arrojarán las bombas!» (Famous Speeches of the Chicago Anarchists, Chicago, 1912). ...[Leer más]