Dossier Godard Jean-Luc Godard. La tradición y la vanguardia - Cultural - ABC Color

Como decía Roland Barthes de Bertolt Brecht, también de Jean-Luc Godard se puede afirmar que fue un marxista «raro», de los que tienen en cuenta el sentido de la imagen como materia –y, por lo tanto, el lugar del sentido– en una cultura de masas habitada por el fantasma del espectáculo. Coherente con su premisa del arte como espacio de lucha contra la ideología dominante, Godard acometió la paradójica tarea de lograr a través del cine, arte máximo del montaje, el desmontaje de una cultura burguesa que se presentaba ante el público como natural, atemporal, eterna. El diagnóstico de Godard fue que, después de Auschwitz, el cine debía dejado de mirar al mundo y había, por lo tanto, desaparecido: «Entonces me dije, en retrospectiva, que, en tanto cineasta, hacedor de películas, estaba en territorio ocupado, formaba parte de la Resistencia». El cine ha sido, para Jean-Luc Godard, el territorio para experimentar la verdad del goce y el sufrimiento humanos. En este sentido, el cine de Godard desafía la experiencia cautiva de un espectáculo unificado, separa los códigos de expresión uno del otro, juega con ellos, los libera de cierta organicidad pegajosa en la que por lo general viven. ...[Leer más]