Con ingenio, adapta moto para usar con silla de ruedas

Esta es la historia de Miguel Villalba, un hombre que en el momento menos esperado sufrió un accidente que lo dejó con una discapacidad física. Veinticinco años después, Miguel disfruta del trabajo, de los amigos y de la vida que Dios le da. La gran riqueza de Miguel no es lo monetario, sino esas ganas de superación que demuestra en sus actividades normales. “Lo conozco desde hace varios años y lo admiro por sus ganas de superación permanente en todos los ámbitos de la vida”, expresó don Juan, quien no pasa un solo día para compartir al menos unos minutos. La otra actividad que desarrolla Miguel en su casa es la de zapatero. La fortaleza espiritual de Miguel Villalba se siente en cada diálogo con familiares, amigos y clientes. ...[Leer más]