Polarización que destruye

La crisis política en Bolivia, derivada de la crisis electoral tras la cuestionada re-re-reelección de Evo Morales, ha profundizado la polarización entre izquierda y derecha y, por supuesto, la visión sesgada, interesada o acotada de los hechos, según qué sector cuenta la historia. Un argumento forzado curiosamente apoyado por el titular de la OEA, Luis Almagro, motivado también por su reelección ante el organismo, sostuvo que “decir que Evo Morales hoy no puede participar, eso sería absolutamente discriminatorio con los otros presidentes que han participado en procesos electorales sobre la base de un fallo judicial reconociendo la garantía de sus derechos humanos”. El Tribunal Electoral suspendió el conteo y al día siguiente dictaminó que Evo logró, por centésimas, los 10 puntos que necesitaba para imponerse en primera vuelta. Sin dudas, Evo ya no debía ser candidato, pero lo que sucedió con su renuncia no fue sino un golpe de Estado, porque primero hubo motín policial y luego intervención directa de las FFAA que le exigieron su renuncia. A diferencia de Chile, donde la desigualdad es una de las causas principales de la rebelión civil, en Bolivia, Evo redujo la desigualdad. Si bien es indiscutible que Evo ya no debía ser candidato, eso no justifica el golpe institucional que se perpetró en Bolivia. ...[Leer más]