Juntos pero no revueltos | El Independiente

El antiguo refrán vuelve con fuerza cada vez que se acerca un período electoral, donde lo más claro termina siendo que la convivencia es por conveniencia. El objetivo siempre es el mismo: derrotar al centenario, granítico y numeroso Partido Colorado, que al decir del último gran patriarca Luis María Argaña, con los colorados unidos, “hasta el Pato Donald como candidato, la ANR gana fácilmente las elecciones”. Nadie se ha atrevido a establecer alianzas con sectores colorados que están hartos de la corrupción y manteniendo su identidad, sueñan con las utopías de Bernardino Caballero, que naturalmente como van los tiempos, en cada nueva elección se estremece furioso en su tumba. Llegado el momento, hasta el propio ex calesitero de Ypacarai y gran articulador de conciencias, rompe una vez más su silencio y su voz de barítono suena sabia y aleccionadora en los distintos medios. Puede que alguien bajo el brazo tenga el texto del original, pero sin respaldo político y con una institucionalidad raquítica, vencida por la corrupción de cada día, el sueño de la patria soñada se vuelve cada vez más sueño. Mientras tanto, en el mosaico opositor que no termina de saber si todos van juntos por el discurso oficialista que los califica de primera minoría, o por la conveniencia de ocupar algunos lugares representados por los concejales de siempre, que van ya por varios rekutu sin inmutarse La experiencia de estos intentos, donde se juegan intereses tan diversos, les dice claramente, que más allá de los resultados, como en ocasiones anteriores, terminarán JUNTOS Y BIEN REVUELTOS. ...[Leer más]