De pactos y conspiraciones

Por Aníbal Saucedo Rodas Periodista, docente y político “La convención del Partido Nacional Republicano de 1906 es la raíz de un acto poco explorado: la conspiración contra Bernardino Caballero para alejarlo de la Comisión Central en razón de ‘su avanzada edad’. La propuesta de consenso que se puso sobre la mesa de negociaciones del Partido Colorado alega a su favor la tradicional vocación de poder de sus cuadros dirigentes y como peso en contra una carga de periódicas fracturas de cuyas lecciones todavía hay mucho que aprender. No pasó mucho tiempo desde la fundación del Centro Democrático y del Partido Nacional Republicano (1887) para que aparecieran las desavenencias internas. González, el general Caballero desiste de su candidatura y, con abstención liberal de por medio, el 25 de noviembre de ese mismo año, Egusquiza se convierte en presidente. La convención del Partido Nacional Republicano de 1906 es la raíz de un acto poco explorado: la conspiración contra Bernardino Caballero para alejarlo de la Comisión Central en razón de “su avanzada edad”. Nuevamente es electo presidente del partido. Para 1911 existían tres frentes, con sus respectivas comisiones directivas: el Partido Liberal Democrático (cívicos), liderado por Antonio Taboada; el Partido Liberal (radical gondrista), con Emiliano González Navero a la cabeza; LOS DOS PARTIDOS NACIONAL REPUBLICANO En el firmamento republicano se cernía un verdadero cisma, como el anunciado por Enrique Solano López, aunque se anticipó dos décadas. Iniciada la polémica en 1926 sobre las conveniencias de mantener o levantar la abstención electoral, se agudizan las controversias en 1927, con expulsiones que alcanzan a una de las figuras más relevantes del partido, el doctor Juan León Mallorquín, y termina en 1928 con una separación orgánica. El Directorio Central del Partido Nacional Republicano Eleccionista tiene a Francisco C. En el Partido Nacional Republicano Abstencionista lideran los doctores Pedro P. ...[Leer más]