Un Cachito de alegría

Hasta nos designaban padrinos de promoción de escuelas", recuerda Nizugan, padre —antes que creador— de Cachito. Padre e hijo La historia de Cachito se mezcla con la de Nizugan, el hombre que le dio vida, voz y alma. Empezó a presentarse con Cachito y su tío Panta y pronto descubrió que se sentía más cómodo con el nuevo muñeco. La audición presentaba un número de ventriloquía a cargo de Nizugan y su muñeco Indalecio, nombre que le habían puesto para que se lo identificara con la empresa. Pero la experiencia del sistema de autocancelado no tuvo un buen final y entonces el muñeco recobró el nombre de Cachito. El animador fue Silvio Soldán, quien le pidió a Nizugan que lo dejara presentar a Cachito. Había gente borracha que se peleaba con Cachito. Hace poco, un militar me dijo que había visto a Cachito cuando tenía nueve años y que siempre creyó que era un niño", cuenta. En su casa de Asunción, que se llama la Galera de Cachito, el muñeco tiene su propio armario, con sus ropas y calzados. Hoy Cachito todavía actúa, cuando a Nizugan lo invitan a animar espectáculos. Ya no es el único varón de la familia, porque después de Susana, Marta y Patricia, vino al mundo Juan, hoy conocido como Nizugan Jr., quien sigue los pasos de su padre en el arte de la magia. Bendecido con una infancia eterna, Cachito nunca fue un muñeco (¿quién puede decir lo contrario?), él es tan humano como nosotros. ...[Leer más]