“Por mil guaraníes podías disfrutar un menú internacional”

El restaurante Hermitage fue un ícono de la noche asuncena. Hablamos del restau­rante Hermitage, un ícono de la ciudad que tuvo su esplen­dor en los años 70 y princi­pios de los 80, bajo la direc­ción de Rigoberto Ramírez y su esposa Andrea Álvarez. La historia del Hermitage ini­ció con el primer dueño, un empresario italiano de ape­llido Bocaccio que abrió un local con ese nombre sobre la calle Yegros, en el centro de Asunción, en 1962. Rigoberto Ramírez y Andrea Álvarez, en una imagen del año pasado. En 1965, Rigoberto (padre), un inquieto hombre de nego­cios que para entonces tenía 35 años, junto con su esposa, Andrea, de 27 años, adquirie­ron el restaurante que siguió en el mismo sitio por unos años más. Así, en 1970 com­pró un predio en la privile­giada esquina de 15 de Agosto y Segunda, y allí levantó un local de primer nivel que se habilitó un año después, manteniendo el nombre de Hermitage. Don Rigoberto padre, hoy con 89 años y cuidado en su salud (aunque como faná­tico nacionalófilo sigue yendo a la cancha a veces), vive aún con una de sus hijas en una parte del predio del ex restaurante. El Hermitage, ya en su local propio, tenía una capaci­dad para más de 500 perso­nas: unas 300 en el jardín, y el salón, que podía cobijar a más de 200 comensales. El Hermitage tenía cuatro a cinco números estables, allá por el 76, 77, y contaba también con unos 60 empleados y mantenía una orquesta y un ballet esta­bles”, agregó Rigoberto. Susana Giménez, Rigoberto Ramírez y Jorge Porcel. “De hecho Carlos Báez (vocalista de los Aftermad's) y Valen­cia se comprometieron en el Hermitage y su fiesta de casamiento fue allí también”, rememoró Rigoberto. El Hermitage estaba como estancado, entonces la idea era cerrar dos años, que era la vigencia del contrato de Acepar, y reabrir. LOS LOCALES DE LA “ERA DE ORO” Así como el Hermitage, existían varios otros bares, parrilladas y restauran­tes show que brillaron en aquellas décadas, cuyos nombres siguen siendo recordados. ESCENARIO DE ALTO NIVEL ARTÍSTICO Detalle de la portada de un disco de Agustín Barboza y Yverá, que utilizó como fondo la entrada del Hermitage. El primer presentador del Hermitage fue Lucho Álvarez, que entonces era esposo de la profesora Carmen D’Oli­veira y Silva, primera directora del ballet estable. ...[Leer más]