Julio Villanueva: Producir una historia que conmueva es un trabajo de meses y años

Se encuentra en Paraguay el escritor peruano Julio Villanueva Chang, editor y fundador de Etiqueta Negra, considerada por muchos como la New Yorker latinoamericana y valorada como la mejor revista de periodismo narrativo en la región. Este viernes y sábado ofrecerá un taller de crónicas en El Granel y por motivo de su visita conversamos con él sobre periodismo y la forma de producir historias que logren captar la esencia de los personajes cotidianos. jbiancotti@uhora.com.py Julio Villanueva, director fundador de Etiqueta Negra, considerada una revista referente de Latinoamérica en el campo de la cultura hispanoamericana, es también maestro de la Fundación García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano. Producir una historia que conmueva, que alcance una fibra nerviosa, no demanda un solo clic: es un trabajo de meses y años, un sinuoso e incierto camino solitario o la terca y paciente apuesta de un colectivo. El dinero es decisivo para convertir, por ejemplo, el acto de publicar una gran historia cada año bisiesto en un acontecimiento mensual o semestral. Etiqueta Negra y Etiqueta Verde, para citar un par de casos que conozco en intimidad, son dos revistas de casi ridículo presupuesto para producir historias decentes. Acabamos, por ejemplo, de ganar el premio Ortega y Gasset a "Mejor Historia o Investigación Periodística" por una historia sobre Máxima Acuña, una campesina del norte del Perú que se enfrentó a Yanacocha, una de las minas de oro más ricas del mundo, y en la que desde el subtítulo lanzamos una pregunta: ¿Vale más el oro de todo un país que la tierra y el agua de una familia? En esa historia Oxfam nos dio la mano con un presupuesto para producir el viaje, pero la excelencia de esa historia se debió a la mirada y el esfuerzo que le dedicaron el cronista Joseph Zárate en un diálogo permanente con el editor Eliezer Budasoff. Pero la historia que publicamos en Etiqueta Verde se propuso ir más allá que todos los esfuerzos anteriores para conmover y debatir el drama detrás de esa historia. Seguimos hablando de falta de dinero, pero la pregunta de fondo es: ¿a cuántos de nosotros nos importa personalmente cada historia que publicamos? Ser un gran narrador es una virtud escasísima, y entonces, más que producir y debatir y narrar muy bien el drama de una persona común, hay que saber elegir a una persona extraordinaria que represente el drama de la mayoría del mundo. Cómo reconstruir una escena cuando no hemos podido estar allí y cómo producir una historia sin poder entrevistar a su personaje principal. ...[Leer más]