HOY / En la esquina del infierno (II parte)

Nacionales Hace 7 minutos En la esquina del infierno (II parte) Al llegar al Hospital de Trauma, Jazmín –la hermana de José Emilio– juró ante el cuerpo de su hermano que haría justicia. Fue ella, valiente y decidida, la que encaró una investigación paralela para motivar a la Policía a hacer lo suyo. José Emilio murió. La policía debía llevar un informe paralelo de los atendidos en urgencias. Al escuchar la noticia se estremeció, se puso en el lugar de la madre y la hermana de José. Más de 25 años trabajando como policía y la mitad de ellos en ese lugar no le sirvieron para disimular un par de pasos. La voz de Jazmín se escuchó potente en la morgue, con firmeza prometía ante el cuerpo de su hermano —¡José yo te prometo que voy a hacer justicia, lo que sea voy a hacer! En poco tiempo los agentes de homicidios llegaron al sitio y observaron lo que llevaba consigo José. —Consultó un policía a la fiscal que observaba lo que hacían. Vos salís porque salís carajoooo?!!!!” —Fiscal, fíjese en esto, aquí podríamos tener algo… mencionó el policía y, a la par, le entregó el teléfono en las manos. El agente policial siguió hurgando entre las pertenencias de José, y en la billetera encontró otra prueba más, para sustentar su idea. Era un manuscrito, uno que advertía sobre una mala decisión que tomó José Emilio, y debía asumir las consecuencias. En un par de horas las telefónicas identificaron a un joven, uno del entorno cercano de José. En la estación de policías lo interrogaron, y con lágrimas explicó que solo se trató de una broma de la cual José estuvo al tanto. Lo vi bien, recuerdo bien su rostro —relató aquel hombre que promediaba la quinta década. Ese hombre accedió a relatar todo eso ante la fiscal que investigaba y con ello sus peritos dibujaron un retrato hablado. UNA FIESTA, UN APODO Sobre la Avenida Colón, cuadras abajo del lugar donde mataron a José, los vecinos se reunieron para ayudar a un integrante del lugar. UN NOMBRE EN CINCO DÍAS El comisario de Homicidios escuchó todo lo que tenía que decirle Jazmín, ella sola obtuvo a un testigo presencial que se reforzó con la versión de un taxista. El conductor hizo cambio de luces con su automóvil para intentar dispersar el asalto, al no lograrlo la mujer que estaba cerca del tirador lo obligó a retirarse haciendo señas con las manos. Su aspecto era el que describió el extranjero en su testimonio, para la policía esta vez no había dudas que se trataba del tirador. EL FINAL Dos testimonios y sus huellas dactilares en las pertenencias de José lo llevaron ante un tribunal de la Corte el 29 de julio del año 2015. La fiscal Gilvi Quiñónez tomó el micrófono y miró a los jueces, le tocaba argumentar sobre la cantidad de años que solicitaba para aquel acusado. Su condena fue de 20 años por matar de ocho balazos a ese hombre el 2 de julio del año 2003, lo hizo junto a un cómplice. ...[Leer más]