HC impulsa su propia caída juntado al “Honorable Clan”


 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 Se cierra el círculo 
 
 
 El país deberá, desde luego, aceptar las nuevas reglas de juego establecidas en el Convenio Mundial para el Control del Comercio Ilícito de Tabaco, destinado a combatir el contrabando de cigarrillos, que sirve para lavar dinero de las mafias del narcotráfico como el Primer Comando da Capital (PCC) y, peor aún, del narcoterrorismo, en especial la organización yihadista Hezbollah, del Líbano, que anteriormente ya había sido declarada como “terrorista” por Estados Unidos, pero que ahora ya es una “amenaza global”, según el Gobierno de Donald J. 
 
 
 
 En esta disyuntiva de hierro se sitúa Horacio Cartes, que sabe que su negocio tabacalero está en la mira de Estados Unidos, al servir el contrabando de cigarrillos para financiar no sólo al PCC sino a Hezbollah, la cada vez más poderosa milicia chií del Líbano, que financia una parte importante de sus actividades con los recursos que le provienen de los negocios de la Triple Frontera, según las agencias de inteligencia de USA. 
 Para Estados Unidos, un paso necesario en la dirección de una mayor colaboración del Paraguay y, en particular, de HC, en la lucha contra el financiamiento de Hezbollah, será indudablemente ir decreciendo la industria del tabaco ilegal que sale al extranjero para financiar a las bandas terroristas y al narcotráfico internacional. 
 
 Pero en el caso que no ocurra ello, el mismo HC es pasible de sanciones financieras o el inicio de procesos judiciales en los Estados Unidos contra el presidente paraguayo y posible futuro miembro del Senado nacional, como continuación del operativo “Corazón de Piedra”, ensayado entre 2009 y 2010, y que se había congelado en vista de que Horacio Cartes se presentaba a la presidencia del país, un cargo que finalmente ganó en 2013 y que deberá entregar en 2018. ...[Leer más]