¿Estás engordando en la cuarentena? ¡Culpale al cerebro!

Pues bien, el cerebro actúa igual con la comida, en lo que yo di en llamar (como otros autores) el â��comer emocionalâ��, el â��atracón compensadorâ�� que hace que el cerebro haga al cuerpo acopiar lo más posible porque el estrés le nubla la razón con un caudal inmenso de neurotransmisores y hormonas (donde la adrenalina y el cortisol son los reyes), y hace que coma todo lo que puede, como en esa música renacentista que la cantaba muy bien el cuarteto Zupay allá por los 80 (â��...hoy comamos y bebamos y cantemos y holguemos que mañana ayunaremos...â��). Pasa igual con el frío: cuando hace frío nos estiran los dulces que forman más rápidamente grasa de reserva sobre todo en el abdomen y alrededor de los órganos viscerales, para que pueda quemarse en una temporada de frío que el cerebro interpreta cercana. ...[Leer más]