Dejemos que el Mariscal descanse en paz - Edicion Impresa - ABC Color

White La historiografía de la Guerra Grande se sigue debatiendo entre el lopismo y el antilopismo. Se ha llegado al extremo de proponer que lo hizo asalariado por Enrique Solano López para favorecer la reivindicación de los inmensos territorios transferidos a Elisa Lynch en los tramos finales de la guerra. (1) El político mitrista argentino Estanislao Zeballos, que fue todo menos historiador, visitó parte del escenario de la guerra y Asunción en los años 1887 y 1888. Posiblemente el culto a la memoria de Solano López comenzó el 2 de marzo de 1870, en oposición desorganizada a la hegemonía de las explicaciones aliadas, legionarias y liberales, que execraban la resistencia y al Paraguay de antes de la guerra, y hacían al Mariscal responsable de todos los males del país. Es paradójico que sus fuentes iniciales fueran, entre otras, los positivistas ortodoxos brasileños, que desde antes de la República en Brasil se oponían a la monarquía, la esclavitud y la prepotencia del Imperio hacia Uruguay y sobre todo Paraguay, y exigían la devolución de los trofeos y la extinción de la deuda de guerra. (3) El Partido Colorado y el estronismo utilizaron la memoria paraguaya de la guerra, no la crearon. La inmensa desproporción de armamento creció durante la guerra. (5) Años después de la guerra, el mayor Pedro Duarte recordaba que su tropa dormía «sin carpa y sin más abrigo que la camiseta y la manta chica de bayetas, ya usadas y rotas». El brigadier riograndense y otros dos oficiales fueron a consejo de guerra por la inaudita alevosía. Pero era esa su orientación general, realzada en forma patológica por la guerra. Creemos que la guerra de defensa nacional se transformó cada vez más en una guerra campesina de defensa de lo ya conquistado, sobre todo en el período francista. Si la guerra empezó con proclamas en castellano, posiblemente terminó con gritos, vivas, órdenes en «guaraní paraguayo». (21) Nada sabemos de las posibles soluciones de esa contradicción social si no hubiese ocurrido la guerra. Al inicio de la guerra, en 1864, la orientación mercantil aún era solo una tendencia en desarrollo, que no cuestionaba la estructura campesina de base de la sociedad, de la cual dependía la defensa de la autonomía del país, amenazada por los intereses liberal-unitarios porteños y por el Imperio de Brasil, que ya había emprendido una campaña militar contra el país, sin éxito, en 1854-5. (22) La Guerra Grande agudizó las contradicciones externas e internas de Paraguay. Fue una guerra de defensa nacional contra las fuerzas aliadas y al mismo tiempo una lucha social entre los segmentos plebeyos y las facciones de las clases dominantes que se movilizaron contra la resistencia. (23) LAS TABLAS DE SANGRE La represión de las conspiraciones contra la continuación de la guerra es el tema abordado en forma más apasionada y menos racional por la historiografía de la Guerra Grande. (26) AY DE LOS VENCIDOS Al final de la guerra, la resistencia al invasor era casi exclusiva de los sectores plebeyos y campesinos. Al final de la guerra, dejó tierras a su compañera e hijos, y no pensó en reconocer la propiedad de los campesinos sobre las tierras públicas que arrendaban. Parece correcto decir que Francisco Solano López y los campesinos lucharon juntos, la misma guerra, por razones diversas. Doratioto: Maldita guerra, Sao Paulo, Companhia das Letras, 2002, pp. Zeballos: Historia de la guerra del Paraguay. Jardim: Longe da Pátria: a invasão paraguaia do Rio Grande do Sul e a rendição em Uruguaiana (1865). Crónicas de la guerra de 1864-1870, Asunción, Emasa, 1968, vol 2, p. Invasão paraguaia no Sul do Mato Grosso durante a Guerra da Tríplice Aliança (1864-1870), Porto Alegre, FCM Editora; Gabinete do Ministro da Guerra, Uruguaiana, 27 de Setembro de 1865, pp. (15) Bartomeu Melià: La Guerra Grande y la lengua guaraní (en: Más allá de la guerra, Asunción, Secretaría Nacional de Cultura, 2016). Peres Costa: A espada de Dâmocles: O exército, a guerra do Paraguai e a crise do Império, São Paulo, Hucitec-Unicamp, 1996, pp. Teixeira: A primeira guerra do Paraguai, Passo Fundo, 2012. ...[Leer más]