"Dejé la escuela por no desfilar y de la Policía me echaron por no querer torturar"

Yo tenía 10 años y eso fue lo que me marcó a mí, no me sale eso de mi mente. Entonces dejé la escuela por no querer desfilar y –tiempo después– me echaron de la Policía por no querer torturar o apresar a personas inocentes. Como mi papá era un ex-combatiente tenía la posibilidad de tramitar la baja al último hijo para evitar el servicio militar. Entonces, le dije a mi hermano si no tenía para mi pasaje. Tenía plata como para viajar hasta Yby Yaú y ahí en esos tiempos estaban los brasileños que plantaban café. Un sábado salí a tomar algo en un bar que estaba en un cruce y encontré a un horqueteño que estaba para irse a trabajar en limpieza de campo y alambrada en lo que ahora es Resquín. Fui con él hasta Oviedo y ahí recién tenía en mente ir a Paragua’y, por más de que no tenía a nadie ahí. Tenía todavía un poco de platita y me dediqué a recorrer, buscando a algún conocido de mi pueblo. Como tenía plata aún, nos fuimos a comprar los productos para vender. Como llevaba prepizza a los Rubin que tenían un restaurancito al lado de Radio Ñandutí, Armando Rubin me preguntó si no tenía un conocido cocinero. Y el señor Rubin mismo habló para que me fuera a trabajar en el Hotel Itá Enramada. En ese tiempo se estudiaba seis meses nomás y estuve casi tres años siendo policía. Tenía mi postura política. De hotel en hotel Volví a trabajar en el Hotel Itá Enramada. En el 89 vino la familia real española y como el jefe no tenía facilidad de palabra me dejó a cargo del equipo. ...[Leer más]